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Los ricos son cada día más ricos y los pobres son cada día más pobres.
España es un país que aparte de sufrir esta desigualdad en todo su territorio, tiene un serio problema con la entrada masiva a diario de inmigrantes indocumentados.
Esta avalancha de gente es latente, unos lo hacen en pateras cruzando el estrecho de Gibraltar y otros lo hacen intentando saltar la valla metálica fronteriza en Melilla.
Como se puede observar en esta imagen, un grupo de inmigrantes intentan saltar dicha valla bajo la indiferencia de unos ricos golfistas.
Con la reforma sobre la ley de Extranjería lo que se quiere intentar es impulsar un protocolo de activación y alerta para detectar con antelación el asalto a la valla, con el fin de evitar las caídas de los inmigrantes. Este protocolo no ha sido consultado ni con los sindicatos policiales, ni con las asociaciones de la Guardia Civil. Y de momento sigue sin esclarecerse que tipo de material anti disturbio se va a utilizar en caso de actitudes violentas de los asaltantes.
Mi opinión sobre este tema es muy clara y rotunda. Medio mundo está en fuga, algunos huyen de la guerra, otros de la pobreza y de las enfermedades y otros de las dictaduras. Siento impotencia y miedo a que imágenes como ésta , lleguen a ser tan habituales que ya no sólo no conmuevan a los ricos y a los políticos, si no también al resto de la humanidad.
Es hora de que hagamos un parón y empecemos a solucionar este tipo de conflictos. La solución no es reformar una ley si no tratar el problema desde sus raíces, ayudando a estos países pobres para que estos ciudadanos no se vean obligados a salir de su país de origen arriesgando su vida y la de sus familias en busca de una vida mejor.
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